sábado, 3 de julio de 2021

AL DI LA, reciente novela de GLADYS CAMERE







GLADYS CAMERE 

AL DI LA es la historia de la vida de cuatro generaciones de descendientes de ligures que abarca un periodo comprendido entre 1905 y el 2015. 
    La etimología de esta palabra, que puede entenderse como “más allá”, similar a “lejanía” en español, o aldilá –todo junto– que significa “la otra orilla, el otro mundo, inclusive el infierno”, se sintoniza exactamente con el drama de los inmigrantes italianos en tierras peruanas que buscaron desde la proa de un navío el horizonte prometido para construir una nueva vida y realizar sus sueños. 
    Gladys Camere nos entrega un híbrido ficcional, utilizando hábilmente un epistolario familiar, pero que se enriquece con la fabulación de otras historias de personajes, preferentemente femeninos. 
    En AL DI LA se percibe un tono verbal que consigue la catarsis y la empatía con el lector. En esta obra la tragedia y los pecados, las alegrías y las pasiones, eso que nos rodea toda la vida hasta la muerte, se cuentan sin artilugios porque los secretos tienen también una costumbre perversa de quitarse el polvo del tiempo.  



Se inicia tardíamente como escritora, debido a su excesiva dureza para juzgar su creación literaria, pero esta relativa pausa termina cuando publica su cuento “Penélope” en el volumen Memorias clandestinas que reúne a ganadoras y finalistas del primer Concurso de Narrativa para Mujeres del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán en 1992. Luego vendrían varias publicaciones en revistas de la época como La Tortuga Ecuestre, Kachkaniraqmi, Hipocampo de OroMusa.
    Su primera publicación: En primera persona, es un libro que reúne nueve cuentos escritos entre 1986 y 1994, cuyos personajes femeninos viven atrapados por el amor y la locura, o tratan de encontrar una salida a su conflicto. 
    Tentar al diablo, su segunda entrega, también reúne nueve cuentos (número que la autora considera perfecto), datan de los años 1989 y 1999. 
    Actualmente está escribiendo La curruca, una novela en la que cuenta la historia de una migrante italiana que vivió desde 1930 hasta 1920. También administra la página “Las warmis”, dedicada a transmitir información sobre las mujeres en las redes sociales.

AL DI LA (Fragmento)

Génova 2015

Onda su onda chi non sale  sfonda grafitti en via Balbi Genova


La sirena sonó larga y me puso la piel de gallina, a pesar de que sólo anunciaba la entrada al puerto de un crucero enorme, con cientos de turistas que recorren la ciudad con cámaras fotográficas colgadas del cuello, idénticos unos a otros. 
    Repasé con la mano los vellos erizados de mis brazos, y miré alrededor mientras tomaba un café en la terraza de un restaurante de una callecita estrecha y mágica del centro de Génova, más conocida como “Citta vecchia”.
    ¿Así habrá sonado la sirena del navío en el cual hace cien años zarpó para “lamerica” Giacomo Parodi, mi tío bisabuelo, y el primero de la familia en llegar al Perú? Para él, la espera en el Palazzo de San Giorgio –donde funcionaba la Aduana– debe de haber sido interminable. Seguro nervioso por los últimos trámites, pues allí se sellaba el contrato de trabajo una vez más, revisaban su recién expedido documento de identidad, verificaron nombres, apellidos y una foto a los 16 años. Un hermoso joven más de un metro ochenta, delgado, de pelo castaño ondulado y de intensos ojos azules. 
    Estampó ante la mirada indiferente del funcionario, un aspa como firma en conformidad con el trámite efectuado. 
    ¿Cómo habrá sido el día de la partida? ¿Habrá entrado a esta hermosa ciudad por la puerta Sovrana, luego de recorrer Chiavari, Rapallo, Santa Margherita, Recco, Nervi, en fin, todos los pueblos que conforman la Riviera del Levante? 
    Llevaría seguro una maleta de cartón prensado, muy sujeta con una correa de cuero, y estaría sudoso bajo su traje negro y la camisa blanca y el “berretin” o boina clavada hasta los ojos. Mientras que, en las laderas boscosas con olor de pinos y castaños de Lavagna, quedaban Luigia su madre, su hermana Irene y Lalla Mafalda mirando al horizonte para distinguir la nave en la que se iría Giacomo. 
    ¿Conocería esta soberbia ciudad, sus calles, callejuelas y callejones? Su centro histórico el más completo de Europa. ¿Conocería i carrugi? ¿Habrá aspirado con profundidad el olor de este mar que ha dejado su huella en cada muro, puerta, ventana y que ha desgastado por igual los muelles “el Vecchio molo” palacios, y casuchas miserables? ¿Habrá caminado desde Sottoripa, hasta llegar lo más cerca posible a “La Lanterna”, faro que ilumina con fidelidad el mar por muchos kilómetros? 
    Ya los detalles no los sabré jamás, sólo permanece lo que él mismo contó en sus pocas cartas, guardadas hasta hoy como un tesoro. 

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