sábado, 23 de mayo de 2015

Winston Orrillo. Poemas desconcertados. Nueva antología personal (1965-2014)

ISBN 978-612-4082-34-4
En la contraportada de su libro Orden del día, publicado en la editorial argentina Losada, se lee: W.O. “es un poeta urbano como todo poeta moderno a partir de Baudelaire, poeta de supermarkets y oficinas públicas, del  hartazgo convertido en rebelión y de la rebelión que crece escondida, paciente y eficaz como la hierba entre las piedras. (Él) es uno de los poetas …más originales y densos de las nuevas generaciones hispanoamericanas”. Claude Couffon, el gran hispanista francés ha escrito: “Dentro de la grisura trepidante de nuestro ambiente, la voz de Orrillo es una voz saludable. Él ha elevado a uno de los más altos grados de la expresión poética, la exasperación de un alma cercada por la alienación de la vida cotidiana ”.
El notable poeta peruano, Arturo Corcuera, Premio Casa de las Américas, ha escrito: “Celebramos y saludamos la presencia de la poesía de Winston Orrillo: en sus versos vemos destacarse las dos vertientes fundamentales y nítidas de su producción: la poesía amorosa, sustancialmente erótica, destinada a exaltar la belleza de la mujer y reverenciar su encuentro jubiloso. Y también, como necesario complemento, la poesía de acento político, vibrante, de verso imprecatorio… Estas dos vetas configuran, en su equilibrio, el perfil poético de Winston Orrillo, y constituyen, además, los cauces de una poesía de timbre propio que transparenta, como pocas, la imagen conflictiva y apasionante del tiempo que nos ha tocado vivir. Es la suya, una de las personalidades más vitales y más controversiales de las letras peruanas de hoy”.

TRAYECTORIA DE WINSTON ORRILLO

Lima, 1941. Doctor en Letras por la Universidad de San Marcos. Catedrático Principal de su Escuela Académico-Profesional de Comunicación Social, de la que ha sido Director. En 1965 ganó el II Concurso “El Poeta Joven del Perú” y, en 1969, el Premio Nacional de Cultura. Ha enseñado en las universidades San Martín de Porres,  Ciencias y Tecnología (hoy “Ricardo Palma”), Femenina (UNIFE), Nacional de Lambayeque (hoy “Pedro Ruiz Gallo”), así como fue Profesor Visitante en la Universidad de los Apalaches, en Carolina del Norte, EE.UU.; y en la Universidad de Guayaquil. Jurado Internacional, en el Premio Casa de las Américas, de Cuba, y el Nacional de Cultura, de Panamá. Periodista profesional colegiado. Ha publicado más de veinte poemarios y  tres libros de cuentos. Como ensayista, tiene obras sobre Vallejo periodista. Sin embargo, su leit motiv es José Carlos Mariátegui, sobre el que hizo su tesis doctoral (en un revelador y original paralelo con  José Martí), de la que resultó un libro: Martí/Mariátegui: Literatura, Inteligencia y Revolución en América Latina, cuya tercera edición publicaran el Centro de Estudios Martianos de Cuba y la Casa de Nuestra América, José Martí, de la República Bolivariana de Venezuela. Esta obra ganó Mención Honrosa en el Concurso Casa de las Américas, y su Jurado Internacional la recomendó como “lectura fundamental para la juventud revolucionaria de Latinoamérica”. Asimismo, ha estudiado la obra juvenil de JCM (Biografía y Biología de Juan Croniqueur). Entre sus títulos de poesía, destacan La Memoria del aire, Travesía tenaz, Sus mejores poemas de amor, A la altura del hombre,  La capital del corazón, 40 Poemas de años. Hacer el amor y otros poemas, 50 Poemas de años, Manual de poesía amorosa, Poemas para un gato y El libro de Benita. Su obra está, parcialmente, traducida al inglés, francés, italiano, alemán, rumano, búlgaro, ruso y coreano.

Julio Alexis León. EL MUNDO AL REVÉS. Estudio y anotaciones a los Zorros de Arguedas.

ISBN 978-612-4082-36-8
Pocos trabajos se han realizado sobre la novela El zorro de arriba y el zorro de abajo. Y esto ocurre, incluso ahora, en momentos cuando la figura de Arguedas se ha convertido casi en un ícono cultural del Perú. ¿Por qué se practica esta omisión? La respuesta puede ser múltiple y no nos atrevemos a elegir alguna, pero lo cierto es que el estudio de Julio Alexis León Gálvez viene a llenar, doblemente, este vacío. Por un lado, coloca a la novela de Arguedas –más de cuarenta años después– en el rol central de la novelística peruana contemporánea y, por el otro, eleva a una urgente actualidad el reclamo arguediano nunca satisfecho que es ese grito herido de la voz heterogénea del Perú subalterno.
Esta publicación aparece con el auspicio de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Casa de la Literatura Peruana y la Universidad Nacional de Piura.
Los editores 

Julio Alexis León Gálvez
Nació en Ica, Perú. Realizó sus estudios escolares en la ciudad de Piura. Estudió Literatura en la Universidad de la Ciudad de Nueva York en la que obtuvo el doctorado en Literaturas y Lenguas Hispánicas. Ha trabajado como docente en diversas universidades de Estados Unidos y el Perú. Actualmente es profesor en la Universidad San Ignacio Loyola en Lima. Ha publicado el texto de ficción Libro de las incertidumbres (Urpi, 1992) y diversos relatos, así como el fragmento de su novela inédita Memoria de la ira en revistas literarias. Sus trabajos académicos han sido divulgados en revistas especializadas. Se encuentra investigando la relación de los movimientos literarios y culturales con la violencia y la migración en la década de los ochenta en el Perú.

LOS PUEBLOS CONVOCAN A JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

Por Edmundo Murrugarra

En la Introducción que Julio León Gálvez hace a este estudio de el zorro de arriba y el zorro de abajo nos dice que esta obra, “después de estas cuatro décadas, también, espera, no solo nuevos lectores, sino nuevos acercamientos críticos que continúen descubriendo la enorme riqueza artística y literaria de esta novela”. Con humildad lleva nuestra mirada al futuro, como para que esta, su valiosa contribución, pase inadvertida. El estudio y las notas son parte de la vasta y densa producción que el centenario del nacimiento de Arguedas ha motivado entre intelectuales, académicos y artistas de todas las sangres del planeta. ¿Por qué ocurre eso con Arguedas?
Porque el mensaje arguediano ayuda a comprender el cambio de época en que vivimos. Ha mostrado el valor de la cultura andina quechua. Por eso, nos ayuda a actuar en favor de la diversidad de vidas, pueblos y culturas. En la madeja de crisis mundiales, los pueblos originarios o indígenas enarbolan con creciente convicción su forma de vivir y su concepción del mundo. Para supervivir bajo la colonización moderna han incorporado en sus matrices culturales rasgos de la cultura colonizadora dando forma a sincretismos que se empieza a estudiar y comprender. Algo más, su resistencia va logrando derechos específicos al ejercicio
de su cultura y lengua, y el derecho a que el Estado consulte sus
decisiones cuando afectan su territorio y los recursos que atesora. Esta erosión crítica del Estado-Nación moderno monocultural, se da la mano con el interés creciente de algunos miembros de las élites artísticas, científicas y políticas de las sociedades occidentales por volver a mirar a los pueblos indígenas y sus culturas. Unos, los gobiernos y las grandes empresas, diseñan políticas para que estos pueblos no obstaculicen la extracción de sus riquezas. Otros, para satisfacer necesidades estéticas o éticas y así aprender la convivencia respetuosa que practican estos pueblos con todos los seres del planeta.
Precisamente, el estudio introductorio y las notas de Julio León Gálvez ayudan al lector y al investigador a identificar y valorar esa contribución en la novela El zorro de arriba y el zorro de abajo. Destaco algunos aspectos centrales.
El primero. Nos dice el editor: “En cierta forma su pelea estética fue también una lucha política y ética por desmontar la imagen equívoca de una cultura que en condiciones de libertad podía elevarse a niveles poco conocidos”. Es un tema primordial. En Arguedas, la ética es la esencia de la política y guía su búsqueda estética explícitamente. En el discurso que pronunció al recibir en octubre de 1968 el premio “Inca Garcilaso de la Vega”, expuso el enfoque que inspiró su vida. Empieza aclarando: “No pretendí jamás ser un político ni me creí con aptitudes para practicar la disciplina de un partido,...”. Para a continuación formular su destino personal dentro de un proyecto político. Se propone ser “un vínculo vivo, fuerte, capaz de universalizarse, de la gran nación cercada y la parte generosa, humana, de los opresores”. Su meta es construir otro orden social. Contribuir a un nuevo Pachacuti en los Andes amazónicos.  Desmontar el pacha opresor actual y construir un pacha liberador. Un orden social fraterno.
Va más lejos. En el mismo discurso, precisa los dos principios que guiaron ese esfuerzo transformador. Uno es, dice “… la ideología socialista y el estar cerca de los movimientos socialistas lo que dio dirección y permanencia, un claro destino a la energía que sentí desencadenarse durante la juventud”. El otro es considerar al Perú como fuente infinita para la creación por su igualmente infinita variedad terrena y humana. Su proyecto socialista es una radical afirmación de autonomía creadora. “Imitar desde aquí a alguien resulta algo escandaloso”. Eco o coincidencia con la advertencia de Mariátegui. No copiar ni calcar el modelo de socialismo. Crearlo heroicamente.
Julio León nos conduce a examinar más en detalle ese proyecto. El nuevo orden, dice Arguedas, no será uno que exija que la “nación vencida renuncie a su alma, aunque no sea sino en la apariencia, formalmente, y tome la de los vencedores, es decir, se aculture”. Y para que nadie se llame a engaño proclama su identidad negativa. “Yo no soy un aculturado  ...” Y positiva, (soy) “Un peruano que como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua”. Lejos estamos, pues, de la concepción de Estado-Nación republicana, continuadora de la extirpación colonial de culturas andinas, amazónicas y afrodescendientes. Es el germen de la idea de Estado Pluricultural o Plurinacional. Es la idea que empiezan a poner en práctica los pueblos. Y en una crítica explícita al concepto de países desarrollados frente al nuestro que no lo sería afirma al cerrar ese discurso: “En técnica nos superarán y dominarán, no sabemos hasta qué tiempos, pero en arte podemos ya obligarlos a que aprendan de nosotros y lo podemos hacer incluso sin movernos de aquí mismo”.
En apoyo de esta orientación, Julio León Gálvez acopia convincentes argumentos de teóricos de la cultura para refutar la pretensión occidental de ser la portadora de la única expresión de racionalidad. Porque son diferentes las concepciones de lo humano a partir de las cuales los pueblos perciben y comprenden el mundo y a sí mismos, son diferentes también los ejercicios de la razón entre las culturas. Arguedas reconoce la superioridad occidental temporal en temas de ciencia y tecnología, la razón instrumental, pero le opone la superioridad de los pueblos andinos en arte. Y en espiritualidad. Manifestaciones de otra racionalidad. A diferencia de la modernidad occidental, los pueblos andino amazónicos no han roto el vínculo espiritual de parentesco con los demás seres que pueblan la tierra. En el debate mundial, esta espiritualidad es decisiva para instalar una racionalidad que salve las formas de vida que la racionalidad occidental llama recursos naturales para depredarlos y consumirlos al infinito.
Y porque no han roto ese vínculo, los mitos siguen vigentes para comprender, para explicarnos el porqué y el cómo del mundo. Como otra forma de ejercicio de la razón, pues, como decía Mariátegui, la ciencia no agota este hambre de infinito. Mitos que los vivió de niño, los recogió en sus estudios antropológicos y están presentes en el torbellino de vida que es Chimbote, dando cuenta del sentido del mundo y la peripecia de los seres.
Esa otra concepción de lo humano está también detrás del ordenamiento diferente que Arguedas da a las facultades o dimensiones humanas. La dimensión lúdica y gozosa anima a sus personajes. Así como lloran y arden de cólera, también juegan y se estremecen de gozo. La civilización occidental moderna parceló la vida y segregó esas dimensiones. Colocó el juego y el gozo en los márgenes de la cultura, como avergonzándose. En cambio, en la vida de los pueblos andino amazónicos y afrodescendientes ocupan siempre un lugar central. Porque el cuerpo, los sentidos, los deseos, los sentimientos y la imaginación humanos no han sido privados de dignidad ni marcados con la negatividad. Y son un factor que lejos de estorbar el ejercicio de la razón instrumental analítica puede potenciarla.
Destaco el especial énfasis que Julio León Gálvez pone en dos temas de la novela Los Zorros. Nos relata cómo Arguedas se sintió tan descontento con ejercicios literarios que intentaron comunicar a lectores criollos occidentales el mundo de los pueblos quechuas. Lo caricaturizaban grotescamente. Incluyendo su mismo primer intento. Lejos de amedrentarse asumió las titánicas tareas que consumieron sus energías hasta su sacrificio suicida.
El primero, adecuar un idioma como el castellano hecho para crear y expresar la convivencia humana desde los orígenes de la modernidad europea a las necesidades de comunicar el espíritu de una civilización como la milenaria andina amazónica que mantuvo la visión del parentesco cósmico. Civilización que, como muchas de las no modernas europeas, tienen racionalidades y concepciones de lo humano diferentes. Julio León nos acerca al drama casi infernal que vivió Arguedas en este intento de usar una lengua para comunicar contenidos de la oralidad de la lengua quechua. Logró los resultados que conocemos y que a juicio de los expertos, son un éxito. Por eso aceptó el premio Inca Garcilaso, como lo confiesa. Pero como pocos, él sabía que apenas estaba en el comienzo de tamaño desafío. Por eso siguió lidiando hasta su fin con el arduo problema de las lenguas castellana y quechua.
Simultáneamente, acometió la segunda tarea, la arquitectura del discurso novelesco en la civilización andina. Es este punto, el investigador nos introduce a la composición dialogante de diarios y de capítulos del relato novelesco. Arroja luz sobre el atrevimiento creador de Arguedas de inventar una nueva arquitectura novelesca para que pueda trasmitir las esencias humanas que se viven en los Andes. Los Diarios que alternan e intercalan en el relato no lo interrumpen. Lo completan. Lo iluminan. Pero igual ocurre con el relato que arroja luz sobre la peripecia creadora del autor. Relatada en los Diarios son dos formas de decir la misma realidad. Dos formas de ejercicio de la razón. Una, la discursiva, narra en los diarios las peripecias del autor en su trato con personas y seres de su entorno familiar, social o político al construir la representación del mundo y el país en Chimbote. La otra, el avance o estancamiento del relato novelesco muestra el juego a muerte que libran seres humanos, animales y máquinas que viven la lucha de sus lógicas vitales y culturales originarias frente a la lógica de la producción y organización capitalista. El Chimbote de los Zorros fue precursor del Perú actual. De allí la actualidad de la novela y, por eso, el valor del estudio de Julio León G.

EL ESTREMECEDOR ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

Por Marco Martos

Todas las civilizaciones que se han formado a través de la historia están marcadas por la sombra insoslayable de sus mitos y leyendas. Desde tiempos inmemoriales, en todos los rincones del orbe, de Oriente a Occidente, de Norte a Sur, los mitos nos han acompañado y han prefigurado nuestros sueños y utopías. En el Perú, país de antigüedad milenaria, se confirma este aserto, pues la riqueza de nuestras creencias andinas se resiste a sucumbir. Un ejemplo excepcional de este vigor de la memoria colectiva son los  mitos y leyendas de Dioses y hombres de Huarochirí, recogidos en los albores de la Colonia por el extirpador de idolatrías Francisco de Ávila.
Muchos siglos después de esta labor acopiadora de la oralidad de aquel cura evangelizador, José María Arguedas traduce, del quechua al español, estas narraciones mitológicas que fueron reunidas en su lengua original. Pero Arguedas va más allá, pues, partiendo de las leyendas vertidas en este texto, esboza y escribe una de las novelas más complejas de la narrativa del Perú en el siglo XX: El zorro de arriba y el zorro de abajo.  
Esta novela narra el estremecedor encuentro de dos mundos, de dos cosmovisiones en conflicto que aún hoy sigue sin resolverse. El escenario, los personajes, la estructura, la simbología que la acompaña, hacen de esta ficción un artefacto cultural de
alto nivel artístico y, al mismo tiempo, de difícil lectura. El trabajo desarrollado por Julio León Gálvez trata de explicarnos o, más precisamente, nos da su punto de vista sobre la novela al decir: “Si Garcilaso y Huamán Poma escribieron sobre el mundo indígena quechua y lo acomodaron para traducirlo a la visión de Europa renacentista, Arguedas, siglos después, introduce en la literatura castellana los elementos mágico religiosos que obliga a sus lectores no bilingües en quechua español a introducirse en el universo andino hasta casi realizar una traducción del quechua al castellano”. Es decir, para León, Arguedas, al situar las dos formaciones culturales que dan origen al Perú moderno en igualdad de condiciones, no es solo la visión andina la que debe interpretar el mundo occidental, sino también que este debiera sumergirse en la cosmovisión indígena para tratar de entenderla como a su igual pero diferente.
Dotado de un excelente estudio preliminar que nos introduce en una visión particular de la novela de Arguedas, este texto trabajado por Julio León no solo brinda su particular interpretación, sino que, con sus más de 700 notas a pie de página, nos allana un camino explicativo que facilita a los lectores nuevas valoraciones simbólicas y lingüísticas que subyacen en la novela. La rigurosidad del investigador es claramente visible en el enfoque de su aparato crítico y en la pertinencia con la que alude a su copiosa bibliografía; todo ello con una prosa fluida y ágil que la aleja de la pesadez de las disquisiciones teóricas para llevarnos al placer de las buenas lecturas.
El zorro de arriba y el zorro de abajo es una ficción que apenas ha empezado a estudiar la crítica literaria. La riqueza textual y de símbolos en este póstumo libro de Arguedas es sumamente vasta y, para muchos lectores, quizás, intimidatoria. Este es el gran mérito del trabajo de Julio León Gálvez: hace de este libro no un texto fácil, sino uno que ahora posee un valor añadido que orienta al lector.







A PROPÓSITO DE LA MONTAÑA: LA REGIÓN MÁS TRANSPARENTE EN LOS CUENTOS DE NINO RAMOS

La Montaña de Nino Ramos Panduro, Hipocampo Editores 2022.  Escribe: Mario Suárez Simich La educación tradicional ha acuñado en el imagina...