He tenido que viajar a muchas naciones y continentes; ha tenido que pasar mucho tiempo y mucho pensamiento para concluir que el Poder Humano no es otra cosa que la Ética Humana. Ello es, que la ética individual o general, nacional o local, de las instituciones y de los estados, no es otra cosa que el poder político que organiza a las personas, a las instituciones o a los estados de las naciones en concordancia con la fuerza acumulada por la racionalidad.
Siendo por esto mismo, que nunca filósofo alguno pudo entender lo que el PODER era porque trataba a la ETICA humana como cosa distinta o contrapuesta a la política y al poder personal y social.
RICARDO PAREDES VASSALLO
(Conchucos, Áncash, Perú, 1952)
El pensador de La Plaga Humana es considerado el filósofo más importante de América Latina y de la lengua hispana por estudiantes, académicos y críticos, de distintas universidades del mundo.
Su pensamiento, explícito brillantemente en su libro La Plaga Humana, enumera las causas de la hecatombe de la civilización, analizando la miope contribución de la filosofía y de las ciencias (a manos de los “inteligentes y muy laboriosos hombres”) que lentamente y de forma indetenible, destruye las condiciones naturales para la existencia de todos los seres vivos. La filosofía de este gran pensador, que desde hace 35 años es ciudadano del mundo entero, además de contar con la virtud de su potente fuerza y originalidad, ha sido capaz de separar al ayer del hoy en el quehacer filosófico mundial, al instaurar como más firmes y convenientes para la subsistencia de la VIDA en la Tierra, el pensar y el obrar simples; teniendo en cuenta más a la importancia de la naturaleza animal del hombre que a la superflua y perjudicial producción de su racionalidad incontrolable, concreta de modo catastrófico, en su desarrollo técnico y político.
Enseña con el ejemplo, a los parcos y estoicos ciudadanos del futuro, a resarcirse de lo superfluo y a trabajar para detener en todos los frentes a la humanidad entera (convertida en una real y verdadera PLAGA).
Proemio
“La civilización humana no ha sido bien pensada”.
Esta “Filosofía Sintética del Poder Humano”, para nada debe ser tomada como una ontología filosófica, suscrita por mí, de este asunto importante; antes bien, como la definición o la respuesta que doy a esta crucial cuestión del pensamiento y que concierne a la humanidad entera. Pues, como debe saberse indudablemente, el problema del poder, desde que fue planteado como un asunto “político”, desde los orígenes mismos del estado (en el de Atenas, específicamente), por Platón en “La República” y por Aristóteles, consecutivamente, en varios de sus tratados; nadie, después de estos insignes precursores, ha arrojado mayor certidumbre sobre este asunto sin subrayar o repetir los manidos conceptos griegos, circundando, por lo tanto, alrededor del asunto y sin ingresar en él para tomarlo con las manos y mostrarlo tal como es; también, cómo es que este se genera y cómo actúa entre los hombres, en la sociedad y desde esta, en la realidad humana del mundo.
La consecuencia indirecta, pero mayor, ocasionado por el pobre entendimiento del poder humano, entonces, es haber construido en miles de años unas civilizaciones asombrosas pero destructivas, fornidas por fuera pero vacías por dentro.
El ocuparme en hacer una filosofía axiomática del poder, en el momento en el que el triunfo racional de la civilización humana es idénticamente proporcional a la debacle ocasionada por esta a la naturaleza, no supone esfuerzo tardío ni estéril alguno. Pues, el erróneo, y ciertamente pobre comprensión de lo que el poder humano es y significa, nos ha conducido a armar una civilización mal pensada, mal hecha y gobernada sin objetivos racionales y concretos, necesarios generalmente y controlables por todos:
¿Cuál es el objetivo implícito (y no abstracto), de la existencia de la civilización humana? ¿Qué líneas racionales gobiernan a la existencia de los hombres?
Había que plantearse resolver todo esto antes de llegar al meollo del mismo; y el trabajo que me costó responderlos, está aquí, resumido y en sus manos.
Este libro, y como su nombre mismo bien lo delata, contiene una filosofía sintética del poder humano; esto es, compendia el argumento esencial y teórico del poder, desprovisto, entonces, de sus formalidades y consecuencias concretas y múltiples: ello es, de los efectos deducibles de nuestras acciones y relaciones, emprendidas y entabladas socialmente, y que se constituyen como sustratos de nuestra moral, de nuestra política, y, finalmente, como nuestra racionalidad aplicada.
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