Apostrophe de Gino Roldán
ISBN 978-612-4082-43-6
José Antonio Mazzotti, dixit:
El simple esfuerzo de escribir poesía implica un conocimiento amplio del idioma, una destreza particular para hilvanar sus signos, una coherencia mínima entre lo que el poeta quiere decir y lo que termina diciendo. Imaginemos ahora ese proceso cuando lo que se quiere indagar es el misterio mismo de la creación poética, es decir, cuando la poesía se pone al servicio de su propia materialización para iluminar “el intervalo entre la nada y la palabra”. Apostrophe, de Gino Roldán, es uno de esos libros especiales dedicados al enigma de la poesía, de su génesis, su desarrollo y su parto final en el poema. “Como un mono sonriente / Cuyo sexo vierte en brote de palmera / El cerebro destila sus secreciones / Los fluidos verticales de una testa / Que se abre” […] “Como un mono sonriente / Al que han brotado un par de alas / Florece la Palabra / Su canto de rosas destiladas”. Así, Apostrophe o apóstrofe (figura que interpela a un tú o un ustedes, reclamando su atención, y que no hay que confundir con el signo gráfico del apóstrofo) es un continuo llamado a la poesía para que eche a volar, cobre vida, huela, musite, cante, a veces incluso a pesar del lenguaje, que puede resultar su cárcel. Por eso, hasta el poema mismo, “el signo irredento […] Cartografía del alma: / El signo jamás será suficiente”. Y en esa tensión –órfica y profunda como un abismo– entre el poema y la poesía es que este excelente libro encuentra su sentido.
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Ricardo González-Vigil dixit:
“Diestra en recursos expresivos, penetrantemente lúcida y, a la vez, oscuramente visionaria, la metapoesía de Gino Roldán se nutre admirablemente del legado de la “alquimia del verbo” de Rimbaud. No arriba al Absoluto (el Oro), sino los “presagios abisales” de la nada. La poesía fracasa como epifanía (iluminación) del Sentido (Verbo)”.
ESTA ES
La obertura en medio del silencio
El muro, la piedra ajada por el tiempo
La piedra
Y la densidad del aire, la transparencia
Del árbol y su ramaje pétreo.
Es el Verbo del aire.
Y es
Un ojo hiriente que hurga en la niebla
E ilumina un cráneo abierto.
El Verbo que se anuda a una roca calcinada
Es, a su vez,
Un hueso roído, brillante en su descomposición,
Que terco, irremediablemente terco,
Permanece.
—Ásperos los metales filtrados por el viento—
Diversas son las manifestaciones de lo permanente:
Las órbitas descritas por los astros, el movimiento acompasado
de la marea, la acústica de las altas esferas.
Mas
Un caparazón flotando sobre las aguas
También es un símbolo
Y permanece
Es el Verbo un signo
Del sentido y la ausencia
Que brota difuso sobre la página
Y habita
Entre la Nada y su pálido reflejo
—La Nada y sus ribas de oro
Iluminadas por centenares de objetos—
Mas el Verbo no es siempre preciso
Rueda imperceptible sobre lo Real
Difumina el espacio, precisa el sentido
Ausculta, dilata
El Verbo y su diafragma de luz
Flotando invariable sobre un trapecio
Esta es
La obertura en medio del silencio
Los signos, sus tránsitos y figuraciones,
Las celdas abiertas y el vuelo
Del Verbo, su ramaje disperso.
—Ásperos los metales filtrados por el viento—
ALEGORÍA DEL OBJETO II
(Bodegón)
Escancia luz sobre madura boca
El surco henchido que resplandece
Del cántaro los frutos rebosantes
Las peras y duraznos, los racimos
En bucólica imagen de natura
El cuerpo es fragmento, dividido
Las vides cual colgantes cabelleras
Cáscara, la piel; la pulpa brillante
Como un sexo espinoso y abierto
Ebriedad propicia, desnuda la hembra
No es sentido, ni proyección mayor
Solo plena forma que gobierna.
Gino Roldán es uno de los 5 Poetas más importantes de la generación del 2000's.. Bendiciones
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